sábado, 30 de enero de 2010

Metáfora de lo posible II

Sigamos con el 1971. Se necesitaba con urgencia un catalizador. Surgió. El acto de desobediencia civil y encarcelamiento de los trece (así los llamó la prensa) colocaba el tema de la subordinación política sobre el tapete, aquí y en los Estados Unidos. Las maniobras militares de la marina de guerra, su presencia y la de otras ramas del poderío militar estadounidense en suelo boricua, era de las más burdas manifestaciones del coloniaje. Los anexionistas, que habían ganado las elecciones de 1968 y recién ostentaban la administración gubernamental, actuaban con obstinada torpeza; las violentas batallas en la universidad y los alrededores del Recinto Universitario de Río Piedras contra la presencia del ROTC, la lucha contra el servicio militar obligatorio y la guerra de Vietnam (entre 1965 y 1970 el gobierno estadounidense incrementó sustancialmente los gastos militares y el envío de hombres a esta guerra) obligaba a una lucha sin tregua entre dos polos antagónicos en estos y tantos otros asuntos, independentistas versus anexionistas. El ambiente político en la isla estaba mucho más tenso por aquellos días. Se corría el rumor de que podrían trasladar a Rubén Berríos y los compañeros a una cárcel federal. El 21 de febrero miles de puertorriqueños nos reunimos frente al Oso Blanco y de ese día en adelante militantes independentistas procedentes de toda la isla nos turnábamos para mantener una vigilia permanente allí, frente al presidio. Varias veces al día se veía asomar el brazo de Rubén por entre los barrotes de la ventana de su celda saludando puño cerrado en alto. Poco tiempo después Rubén escribiría al pueblo puertorriqueño una Carta desde la cárcel que comenzaba diciendo: “Nunca pensé que en la cárcel habría golondrinas. Las vi el primer día. Entraban y salían libres…” Y terminaba: “Pero aún aquí nosotros somos más libres que muchos allá, porque sentimos el instinto de resignación y no nos resignamos, porque luchamos por la libertad, porque sabemos que somos esclavos y no queremos ser esclavos. ¡Puertorriqueños, todos estamos en prisión!”. Al campamento se unía en las noches un grupo de jóvenes estudiantes y profesores que aumentaba significativamente con cada día que pasaba. La acción de Rubén y los compañeros abrió un camino que identificaba al PIP con otros sectores del pueblo. Y se inició con la juventud un auténtico proceso de acercamiento. “¡Cuántas luchas se fraguaron al calor del debate estudiantil!”. (Los jóvenes de 18 años votarían por primera vez en las elecciones del 1972) Se lograba alcanzar ciertos nexos, cierta concertación con las exigencias sociopolíticas de unos jóvenes que aunque también se diferenciaban entre ellos por sus situaciones económicas, por su origen social, asumían posturas comunes, posturas generacionales que marcaban su comportamiento grupal, su reacción al “sistema de cosas”. Y de la juventud, los estudiantes… El sector estudiantil suele irrumpir con más beligerancia en la trama político-social. Por tanto, “el movimiento juvenil –irreverente como es- suele rebelarse contra el orden, y por medios no convencionales –a veces con violencia- se enfrenta, responde al sistema". La juventud es por lo general más audaz, fuerza de la que no puede prescindir ningún proyecto político… “sería caminar sin rumbo, sin futuro”. El 11 de marzo (recordemos que en 1970 Antonia Martínez había sido asesinada por la policía al entrar la fuerza de choque al Recinto, y que días después marinos estadounidenses son atacados en San Juan y uno muere), tres semanas después del encarcelamiento de los trece la policía estatal vuelve a entrar al Recinto Universitario de Río Piedras a petición de las autoridades universitarias a intervenir en la confrontación entre estudiantes independentistas y cadetes del ROTC. El Partido Nuevo Progresista estimulaba abiertamente y con vehemencia el militarismo en momentos en que los jóvenes asumían una posición más antimilitarista. Tres personas mueren ese día, esta vez dos policías y un cadete (el comandante de la Fuerza de Choque, Juan B. Mercado, el sargento de la policía, Miguel Rosario Rondón y el cadete del ROTC, Jacinto Gutiérrez), y más de sesenta estudiantes resultan heridos. La ciudad de Río Piedras se convierte en zona de guerra: gases lacrimógenos, tiros, barricadas, vitrinas destrozadas, autos quemados… En un dramático mensaje a todo el país, el gobernador anexionista, Luis A. Ferré, culpa a las fuerzas independentistas por lo ocurrido librando de toda responsabilidad a las autoridades universitarias, los cadetes del ROTC y la Guardia Universitaria, contribuyendo a encender aún más la histeria. La derecha anexionista (compuesta por penepés, policías y exilados cubanos en la llamada Hermandad Anti-Comunista de Puerto Rico) desata desde ese día una fuerte ola de represión contra el independentismo: Comités del PIP y Misiones del MPI son quemados o tiroteados (entre ellos el comité Nacional del PIP en Río Piedras que fue tiroteado con un arma de alto poder), hogares, autos y comercios de conocidos independentistas (entre otros, la Farmacia Domus del Dr. José Milton Soltero y la Librería La Tertulia fueron incendiadas) son atacados con cócteles Molotov. Cientos de simpatizantes y militantes independentistas, y organizadores obreros, son hostigados o arrestados por agentes de la policía en sus centros de trabajo, en las noches de camino a sus hogares, en colectas, pasquinadas en sitios públicos o repartición de propaganda en cruces de calles. Este recrudecimiento de la represión y persecución por motivos políticos lo explican entre otros los siguientes factores: la llegada al poder del partido anexionista, el auge y trabajo de las fuerzas independentistas, su radicalización y antiimperialismo, y la agudización de las contradicciones de un sistema que sólo beneficia a los ricos y oprime al trabajador y al que menos tiene.

El 3 de mayo miles de independentistas reciben frente al Oso Blanco al Presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos Martínez, y a los demás presos políticos, al cumplir la sentencia impuesta por el Tribunal Federal.
Y de ahí el recorrer por toda la isla, cada rincón… Pero de esto y otras cosas les hablo luego.

martes, 26 de enero de 2010

Metáfora de lo posible I

                                                            "No son inútiles la verdad y la ternura"     José Martí

Tardé en llegar, lo sé. Siempre hay alguna urgencia. ¡Transcurre el tiempo, vuela la vida! Pero llegué y aquí les cuento. El viernes en la noche, a mi regreso de Georgia, al salir del aeropuerto de camino a Facio a disfrutar de una pizza con Rosin, Saraí, Carlitos, Gysenia y Briggie llamé a mi hermano Otho Rosa y luego al amigo José (el Pepe) Bas. A Otho me unen años de afectos y complicidades, amigos mutuos, la música, la poesía, la literatura, la militancia política, los años de trabajo en el Senado, su familia que es la mía. Y en otro tiempo y lugares… la bohemia, tabaco, güisqui y un piano cualquiera, donde fuera. Mi amistad con el Pepe es reciente, ha ido fortaleciéndose con el trato. Es un hombre muy serio, un ser humano sensible, probado militante independentista. Y estoy seguro será de esos amigos para toda la vida. Con alguna frecuencia nos complace reunirnos delante de una o varias tazas de café, o vino tinto él y yo jugo de arándanos, a charlar sobre lo que va o no apareciendo en los diarios, blogs que solemos leer, ocurrencias e ideas, de política… lo cotidiano. Ayer nos reunimos el Pepe y yo a hablar del viaje a Georgia y ponerme al día. Surgió en la conversación el nombre del amigo Luis N. Rivera Pagán por mi referencia a él en We Shall Overcome, mi anterior puesta en el blog, Martin Luther King, Jr: Una memoria entre Praga y San Juan. Hablábamos de cuando conocí a Luis en Río Piedras (a principios de la década del 70), de la graduación de el Pepe (Ingeniero Eléctrico) del Colegio de Mayagüez (CAAM-RUM), precisamente en 1971, y de la reciente determinación sobre estatus de la Junta de Gobierno del Partido Popular, cuando recibí una llamada de Otho para decirme que el viernes en la noche pasará por mi para ir a la presentación de Escribir lo Divino (una fe que busca entendimiento), libro que recoge las intervenciones en el Primer Simposio Bienal Gamaliel Ortiz Nieves 2009: Una iglesia que lee, estudia y escribe. Y también decirme que la presentación, en la Iglesia Central Discípulos de Cristo en Bayamón, estaría a cargo del profesor Emérito de Teología Ecuménica, Seminario Teológico de Princeton: nuestro amigo, Luis N. Rivera Pagán. Enterado de cómo y dónde conocí a Luis, el Pepe me comenta de la influencia de aquella época en el rumbo que él habría de tomar en lo político. Pienso que al volver la vista atrás podemos ver el gran trecho recorrido, enfrentando en ocasiones grandes derrotas (antes y después de aquella época), cosechando en otras grandes triunfos. El paso del tiempo lo impregna todo. Y si bien es cierto que eran otros tiempos, no es menos cierto que por aquellos años también me llamaba Tomás Luis Vargas Morales, el hijo de Santa y Tomás, el nieto de Pablo, el nieto de doña Yita, el sobrino de Millo el político, el preferido de la tía Moncha… el mozalbete que corría las calles (al decir de algunos) en la peor compañía posible… al que los independentistas dieron la mano…, el mismo que (parafraseando a Neruda) decidió unirse a un ejército de hombres y mujeres valerosos que a trechos podrá equivocarse pero que día tras día camina sin descanso. ¡Cuatro décadas! El camino emprendido entonces invita a ver en la combinación de factores y circunstancias presentes hoy la oportunidad de lograr el que otros se nos unan a transitarlo y el que ese caminar juntos ofrezca los resultados objetivos y precisos que buscamos. Sobre este camino y sus caminantes quisiera conversar...


Luis Avalo (de pie), Benjamín Pérez, Dan Balderston,
Félix Rodríguez, Rubén Berríos Martínez
y Luis N. Rivera Pagán


1971. Llama mi atención el quehacer político ese año, uno de los momentos de mayores logros en el movimiento independentista puertorriqueño: metáfora de lo posible hoy. La madrugada del 18 de enero, en apoyo a la lucha del pueblo de Culebra, con la intención de impedir el inicio de las Maniobras Springboard, militantes independentistas, pacifistas cuáqueros y culebrenses invadieron la zona restringida por la marina de guerra de los Estados Unidos en la playa Flamenco. El grupo, dirigido por un joven abogado de treinta y un años, Rubén Berríos (quien había anunciado previamente esta acción directa, militante, pacífica: un acto de desobediencia civil), construyó una capilla “en las mismas narices” de los marinos y la policía de Puerto Rico. El viernes 22 de enero fueron arrestados por alguaciles federales y transportados en helicóptero a San Juan. Y el 18 de febrero fueron condenados por el Juez Federal José V. Toledo a tres meses en prisión. Del tribunal federal fueron llevados al Oso Blanco a cumplir su sentencia: Rubén Berríos Martínez, Luis N. Rivera Pagán, Flores Soto, Luis Avalo, Claro Feliciano, Felix F. Rodríguez, Víctor Ayala, Hiram Lozada, Humberto Tapia, Luis Alonso, Dan Baldeston, Benjamín Pérez y Perfecto Santiago. “Violar la ley del imperio es cumplir la ley de la Patria” se convirtió así en consigna de un pueblo en lucha.

martes, 19 de enero de 2010

We shall Overcome

"Lo perverso del capitalismo es tan real como son perversos el militarismo y el racismo”.   
                                                                              Martin Luther King, Jr.

Hoy caminé varias horas por la ciudad. Aunque a temperatura agradable (50 grados) ya mis pasos eran lentos. Me detuve a tomar café en el Brazilian Bar. Música y ambiente agradable, lugar muy acogedor. No era el Fogo De Chao ni el Sambuca Jazz Café en la Piedmont, pero servian buen café, un arroz con habichuelas y trocitos de carne salteados con pimientos verdes y cebolla para chuparse los dedos… Y ella. Después de un rato…aquella prieta alta y delgada de ojos ambarinos (me temo que lentes de contacto) y de caderas de desfile de carnaval del Río preguntó, cuenta en mano como boleto de feria: tudo bem? Yo, entre inglés goleta y portugués del que hablamos en el Espino contesté: Yes…, eh, eh… Obrigado. Mi secreta intención era arrodillarme a besar la mano de aquella diosa de ébano… ¡Que me miraba! Y después... Porque todos creemos que todavía… Pero Rosin le ha cortado alas a este animal ponzoñoso. Pagué y …seguí mi camino. Llegué hasta la Auburn Avenue, 501, NE, la casa victoriana de dos pisos donde nació, el 15 de enero de 1929, el pastor baptista líder de los derechos civíles de los afroamericanos. La visito por segunda vez. Como en la primera vuelve a embargarme la emoción. A unos pasos, el monumento histórico nacional dedicado a su memoria y legado: The King Center. Si van por Atlanta, visita obligada. Al regresar en la noche, casi en la frontera al norte de Georgia, después del necesario aseo (y agotado por el cansancio), al intentar escribir unas notas para ustedes recordé que el amigo Luis Rivera Pagán había escrito en 1968, desde la entonces capital checoslovaca, una nota titulada: Martin Luther King Jr: Una memoria entre Praga y San Juan. Podía hacer mis gestiones por correo electrónico, pensé. Y en el viaje a Atlanta había conseguido fotos y algunos discursos de King. Así que, aunque lo propio en el blog es que yo escriba, me permito por esta vez hacerme y hacerles el regalo de publicar extractos de algunas de las mencionadas notas… Y de fondo: dos videos. En una parte de su nota, Luis se refiere a la visita de King a Puerto Rico. Luis escribe esta nota al recibir, en Praga, la noticia del asesinato, el 4 de abril de 1968.

Extracto/ Martin Luther King: Una memoria entre Praga y San Juan

[…en otra de las actividades de King en agosto de 1965, en Puerto Rico, comenzó a marcar una decisiva y definitiva ruptura con las autoridades políticas de su país, la cual inflamaría el encono y la hostilidad de los sectores más nacionalistas de los Estados Unidos y culminaría, desde la perspectiva del 4 de abril de 1968, en su martirio. Me refiero a una charla que dictó esa segunda semana de agosto de 1965 en el Seminario Evangélico de Puerto Rico. Esa plática fue una de las primeras ocasiones en que King comenzó a tejer una crítica honda y radical a las acciones militares norteamericanas en Vietnam, cuando todavía la mayor parte del pueblo estadounidense las apoyaba. Para la mayoría de quienes estuvimos presentes esa mañana en la capilla del Seminario Evangélico las palabras de King fueron una sorpresa. Esperábamos que hablase sobre la lucha de los derechos civiles de los afroamericanos, de las hondas desigualdades socioeconómicas al interior de su nación y de la desobediencia civil como estrategia de resistencia y lucha. El tema eje, sin embargo, fue otro: Vietnam. Esbozó unos argumentos críticos que madurarían posteriormente en su famoso discurso del 4 de abril de 1967 en la Iglesia Riverside de Nueva York (en mi opinión, su discurso/ sermón de mayor profundidad y alcance). A saber: en la guerra de Vietnam los Estados Unidos se aliaban con los sectores más represivos y reaccionarios de esa nación asiática, sus acciones militares infligían un gran daño a la población civil vietnamita, laceraban el prestigio norteamericano y conllevaban un sacrificio humano considerable precisamente de los sectores sociales estadounidenses que preocupaban prioritariamente a King, negros y pobres. Cuestionado y disputado fuertemente en la sesión de preguntas y respuestas, King respondió con mucho ánimo, revelando, al menos para el oyente alerta, que en el agudo conflicto vietnamita, sus simpatías se inclinaban a la lucha de ese pueblo por su reunificación nacional y liberación de todo dominio imperial foráneo. Ya no había vuelta atrás. El gran predicador afroamericano se convertiría en uno de los portavoces de la resistencia de diversos sectores de la nación norteamericana a las acciones militares de su nación en Vietnam. Y uno de los primeros lugares donde se asomó públicamente esa postura crítica fue en agosto de 1965, en San Juan de Puerto Rico.]

Extracto/ partes/… del discurso/sermón pronunciado por el Dr. Martin Luther King el 4 de abril de 1967, en la Iglesia Riverside de la ciudad de Nueva York. Mis disculpas por cualquier error involuntario en la traducción.

«Se me ocurre que a lo que estamos sometiendo a nuestros soldados en Vietnam no es simplemente al proceso brutal que ocurre en toda guerra, dónde los ejércitos se enfrentan y buscan destruir. Estamos añadiendo cinismo al proceso de morir, porque después de un corto plazo ellos deben saber que las razones por las cuales alegamos estar peleando no tienen nada que ver con esto. Ellos tienen que saber que su gobierno los ha enviado a meterse en una lucha entre vietnamitas, y los más sofisticados seguramente se darán cuenta que estamos del lado de los acaudalados y seguros, mientras creamos un infierno para los pobres. De alguna manera esta locura tiene que terminar. Si continuamos, en mi mente y en la del mundo, no quedará ninguna duda de que no tenemos intenciones honestas en Vietnam. Quedará muy claro que por lo menos esperamos ocuparla como una colonia estadounidense. Todo exige que admitamos que desde el principio hemos estado equivocados en nuestra aventura en Vietnam. Mientras tanto, nosotros en las iglesias y sinagogas tenemos una tarea continua, mientras instamos a nuestro gobierno a retirarse de un compromiso vergonzoso. Tenemos que seguir levantado nuestras voces si nuestra nación insiste en su camino perverso en Vietnam. Debemos estar preparados para respaldar nuestras palabras con acciones al buscar todos los medios posibles de protesta creativa. La guerra en Vietnam no es más que un síntoma de un mal mucho más profundo en el espíritu estadounidense. Pensar así nos lleva más allá de Vietnam. Estoy convencido de que si nos ponemos del lado correcto de la revolución mundial, nosotros como nación tendremos que sufrir una revolución radical de valores… Tenemos que comenzar con urgencia el cambio de una sociedad “orientada hacia las cosas” a una sociedad “orientada hacia las personas”. …Revolución… que pronto nos haga cuestionar lo equitativo y justo de muchas de nuestras políticas pasadas y actuales. Una nación que año tras año se gasta más dinero en defensa militar que en programas de mejoramiento social va hacia la muerte espiritual. Estados Unidos de América, la nación más rica y poderosa de la tierra, es capaz de estar a la vanguardia de esta revolución… No hay nada, aparte de un trágico deseo de muerte, que nos impida reordenar nuestras prioridades de manera que la búsqueda de la paz tome precedencia sobre la búsqueda de la guerra. Hoy nuestra única esperanza reside en nuestra capacidad de volver a capturar nuestro espíritu revolucionario y salir a un mundo, a veces hostil, declarando nuestra enemistad eterna con la pobreza, el racismo y el militarismo. Con este compromiso poderoso enfrentaremos de manera audaz al status quo y las convenciones injustas, y rápidamente nos acercaremos al día en que “todo valle será realzado, y toda montaña y monte será emparejado, y lo torcido será enderezado y los lugares ásperos se allanarán”».

Vídeos de fondo:


Maarten Luther King & Diana Ross - We shall overcome


¿Quién mató a Martin Luther King?

Videos tu.tv






domingo, 17 de enero de 2010

¿Dónde se ha metido el sol?

“…la gente llora… y se pone a llamar a Jesús". Pero Jesús no acude. Si lo hiciera sería tal vez la primera en la historia de Haití… que ya es decir”.                 Pablo Ordaz (Periodista)

Aunque de viaje aún, por Georgia, no me es posible ignorar esta dura y trágica realidad. Haití. La visité en dos ocasiones y en ambas tiritaba del frío de la injusticia. Y en ambas sus calles se tiñeron de sangre. Pero hubo calor de esperanza en su gente, y hubo sonrisa en sus labios en medio de aquella realidad que desfiguraba el rostro, y hubo abrazos solidarios. Y creímos que el sol saldría por fin. Y me la traje en el alma. Allá quedaron luchando buenos amigos. Entre ellos, Víctor Benoit, ese hombre revuelta, perseverancia… posibilidad. Haití sigue temblando. Sus calles vuelven a teñirse de sangre. Hoy lo cubre el hedor de la muerte. Y la ayuda internacional, si va llegando ni llega a todos ni a tiempo. Con cada minuto se pone peor. Dantescas imágenes se repiten a cada paso. Decenas de miles de seres humanos han muerto, la mayoría yacen sepultados bajo los escombros de lo que alguna vez fueran escuelas, guarderías, orfanatos, hospitales, hoteles, supermercados y otros edificios derrumbados. Otros cientos han muerto desangrados o por causa de heridas infectadas que no recibieron atención a tiempo. Decenas de miles más están por morir. Cientos de miles deambulan sin pertenencia alguna, sin techo, hambrientos… sin esperanza. Por doquier se escuchan los ¡aquí estoy, no me abandonen!, voces de sobrevivientes, susurros que bajo las piedras, paredes, el suelo o quizá sólo en el deseo piden ayuda.  El escepticismo, el pánico, el caos y la histeria, reina en las calles. Por doquier, saqueos, peleas,…barricadas. La desesperación por obtener agua y comida lleva a enloquecer. Niños que preguntan: ¿Y mi mamá? Madres que claman: ¿Alguien ha visto a mis hijos? Gentes que gritan: ¿Dónde carajo estás, Dios? Por doquier, cadáveres putrefactos, millares de muertos tirados en fosas comunes, hombres caminando kilómetros y kilómetros como zombis, llevando en brazos el cuerpo del hijo, la esposa, el hermano, la madre o de algún amigo hasta encontrar un lugar donde sepultarlo… con la dignidad de lo posible. Otros cientos quemados en plena calle por temor a las epidemias. Por doquier, la desesperanza, que al parecer ha conseguido residencia fija en la nación más pobre y desamparada del planeta. En silencio, muchos (como nunca antes) ya han comenzado su marcha hacia la frontera, el alma de sus muertos camina con ellos, y abandona la ciudad. Se repite la misma historia… Con más saña esta vez… Al mismo tiempo que en los principales periódicos del mundo se habla de que el mayor eclipse solar del milenio sería visto este viernes y los astrónomos aseguraban que las islas Maldivas eran el mejor lugar para observarlo, el fenómeno no ocurrirá nuevamente en 1.000 años. Pues para los haitianos no ha salido el sol ni hay asomo de luz en el horizonte. El eclipse en Haití tiene visos de perpetuidad. Quizá por los próximos 1.000 años. Y el mejor lugar para observarlo es Puerto Príncipe.

Quedan preguntas que ya se han hecho otros y esperan por respuesta: ¿Por qué son siempre los más pobres los que sufren las peores consecuencias? ¿Volverá a quedar sola Haití una vez desaparezca de las pantallas de la televisión y las primeras planas?

lunes, 11 de enero de 2010

Asomos

"El ojo humano está hecho para ver ciertas cosas, no está preparado para verlo todo de la realidad, como las energías que nos rodean".    Ednodio Quintero

Continúo de viaje. Dudo que el frío amaine. Del barandal del gazebo me asomo al bosque, al contagio de lo que ofrece. La arboleda se levanta rozando el cielo. De cuento. Sugiere. ¡Encanto previo a los infiernos! El bosque es siempre una trampa disfrazada. Trampa a los instintos, a la lógica. Colecciona perfumes entre golpes de hediondez, nidos, venenos, y arañas peludas que hacen el amor columpiándose, o encima o bajo la hojarasca. Y bestias que se arrastran. Encierra misterios que desconozco, razones oscuras, desnudas de forma. De las que guarda la naturaleza y han resistido por siglos el afán indagatorio de los hombres. Lo habitan testamentos y profecías, ...desencarnaciones, brujas maravillosas, insectos gigantes. Y presiento que algo más. Me pierdo mirándolo. No es enteramente real. Se deshace ante mis ojos…

Y otra realidad es construida sobre el mismo lugar. El revoloteo y canto de las aves, avecillas, pájaros, pajaritos, invade el lugar. Sobre el tronco seco de un árbol que se me confunde por momentos entre el bosque invernal, distingo la singular silueta de uno vestido de etiqueta, pechera gris y sombrero de copa rojo. El ritmo obstinado de su picotear deja claro que no desistirá hasta lograr su objetivo. Se acerca otro de igual vestimenta, pero petit, con la elegancia de lo ordinario. Por su coqueteo, presumo que carpintera buscando compañía. De pronto él, al picotear ella el mismo tronco, ladea pescuezo y cabeza. ¿Señal de molestia? Ella se marcha asumiendo poses de indiferencia. …Más abajo viven otros, troncos demás ofrece el bosque. Otras aves revolotean. No sé si tiemblan por la reciente nevada o celebran al asomo de un rayo de sol. Alfombra o llovizna de colores. ¡Son tantas! Cada una su atuendo específico. Las hay verdeamarillos de pecho naranja, de plumaje gris pardo, pecho rojo carmín y colita azul pavo. Otras de un rojo intenso y marrón claro. Una bandada de pajarillos, como esas reinitas que van tras el azúcar, o las tortolitas, se calienta sobre el tejado, al borde de la chimenea. Y como rasgando un velo, el canto desapacible de dos aves mucho más grandes que las otras (de un negro negro), graznidos que más parecen ladridos, surca los aires. ¿Dos cuervos y un canto de amor? ¿Señal de alarma? ¿Ritual? Lo mismo en todo caso, el amor guarda gritos que el oído no conoce. Códigos extraños, lenguaje preciso… Y otra bandada, que va del suelo a la arboleda, con precisión y al unísono se posa sobre las ramas secas del mismo árbol. ¡Maravilloso espectáculo! El ser de las cosas se me revela, “porque las cosas son así”. Adentro, en la radio se escucha a Barry White. La baja temperatura llama a arrimarse, té caliente y abrigo me esperan. Más de uno alimenta nostalgias… Y es bueno conversar.

Volteo al cruzar la puerta. Presiento que una inquieta y solitaria ardilla, de cola muy poblada, logra escalar la cima de un pino.

Vídeo de fondo:

Barry White & Pavarotti