viernes, 19 de febrero de 2010

Casi predecible

              "La legítima pretensión del adversario de conquistar el poder es siempre una agresión”.
                                                                                                    Joseph Ramoneda

Desde primeras horas de la mañana, contadas gotas de lluvia se mezclan con un calor que raya en majadería. Empiezo el día por extrañar el soplo suave y constante de la habitual brisa en el traspatio, temprano al amanecer y de tarde al nacer la noche, lugar dónde suelo quedarme hasta agotar el día. Tras palmeras y flores se alza un muro de sobre dieciocho pies de alto que da la sensación de estirarlo al espacio y brindar majestuosidad y protección para el disfrute de gratas y aprovechables largas horas. Al mediodía, en días como el de hoy, el sol se reflejará cual espejo y la temperatura puede llegar alcanzar niveles de fuego crepitante, laterá en toda su expresión el brillo y poder de la luz. Disfruto por el momento de mi más importante cita a esta hora, saborear unas tazas de café Hacienda San Pedro, exquisito café artesanal puertorriqueño sugerente de aromas de especias, salvia y romero en particular. Molido grano fino bajo la dirección y supervisión del amigo Roberto Atienza en Jayuya. Laptop sobre la mesita a la sombra de las palmeras echo un vistazo a los diarios en la red cibernética. Sus páginas resaltan amagos de insurgencias de tono amarillento en el partido popular. Si comparamos las “insurgencias” que han existido en el ppd desde su fundación difícilmente esto de ahora podría considerarse una duradera. Pero es escaramuza de fuerte resonancia en los medios. Y su liderato lo sabe. No hay porque obstinarse en no reconocer que “ambos bandos” sacan provecho…(y como un todo) publicidad y motivación con miras a la movilización para su asamblea de este año. Tras la cual, auguro, surgirá el mismo ppd que conocemos hoy, sin moverse un ápice de su línea ideológica. No es lo peor. Mientras, algunos (por no decir los de siempre) se entusiasmarán y entretendrán ante la posibilidad de posturas ajenas a la esencia misma de un partido que depende de “la indefinición” para gozar de perfecta salud existencial, sino difícilmente podría mantenerse cohesionado. Y en esas filas, mi hermano, la tendencia natural es la administración del presupuesto, no el resolver, ni tocar siquiera con varita larga, el asunto del estatus. Y menos en año electoral, donde siempre hay que negociarlo –y se limita a un turnito- en los debates televisivos de cada cuatro años. Sin duda la discusión impacta en la opinión pública. No puede despacharse como capricho la calculada decisión de un viejo conocedor de los rituales populistas el replantear (porque no es novel en sus labios) un tema controvertido y espinoso pero que crea el alboroto conveniente ahora porque no ve luz al final del túnel que señale a un triunfo de su partido de cara a las elecciones del 2012 si su liderato sigue como va, y a la vez reducir o anticipar los conocidos efectos colaterales de su discusión. Y Willie, queriendo o sin querer queriendo, conocedor de la máxima: “si la oportunidad política la pintan calva pelo que molesta está demás” utilizará los feudos de poder a su alcance para afeitar cabezas, y afeitarse a sí mismo, ahora. Y políticamente hablando, es legítima la pretensión. ¡Claro, y de interés partidista!, argumentarán unos y otros. Ciertas ambas. Pero… flotan en el aire olores… Olor a duda, a resoluciones escritas a la medida requerida del momento sin verdaderas repercusiones en la esencia, de ágil movida organizacional, motivacional, táctica… ¿No les da olor a peje maruca -el de la conocida frase de un periodista amigo- esa necesidad urgente de discusión del asunto del estatus en las filas del partido popular? ¡Pero si allí eso es anatema! Que nadie se enoje, “sé de pasiones que nunca se hacen esperar”. Y en la pasión por la política esta necesidad de encender alguna mecha es casi predecible.

Nota: Si sobra bosteza en silencio, la vejez le ha dado por dormir. Ya no ladra.



martes, 16 de febrero de 2010

Aquello en la bulera

De tan notoria culpa/ su ignorancia culpable le disculpa;/ mas, por no ser ingratos,/ de la rienda a la gula en esos platos,/ y lo que ha acontecido/ ha de beber las aguas del olvido”.
                                                                                 Quevedo, Lira (sátiras diversas)

Hubiera escrito algo hace una semana pero la salud anduvo de vacaciones y francamente me sentí hecho una mierda. Aún así dediqué algún tiempo a larepúblicapr.com, al enlace en facebook de elvuelodelagarza y mis pininos en twitter. O sea, ordenador en mano, desde la cama, a los asuntos en la red. ¡Y cuanta alegría el ver nuevos rostros en el blog! Un abrazo de bienvenida a los recientes seguidores. Dijo Benedetti: “tu rostro es la vanguardia/ tal vez llega primero, porque lo pinto en las paredes/ con trazos invisibles y seguros/…no olvides que tu rostro/ me mira como pueblo/ sonríe y rabia y canta/ como pueblo/ y eso te da una lumbre/ inapagable”. Y yo no consigo ocultar la alegría que siento ante cada nuevo rostro. La invitación sigue permanentemente abierta para lectores, amigos y familiares que todavía no se apuntan. Mientras, continuaré con la tercera puesta sobre 1971. No hay por qué desesperar, una más y a otros temas. Pero este merece ser traído por los días vividos entonces y su pertinencia por los vividos hoy, que, dicho sea de paso, amaneció con una breve llovizna. Muy breve. Lulú y Lily (ya saben que son las perras de enfrente y en la ciudad no hay gallos) ladraron al primer asomo de sol. Elmer respondió calle abajo moviendo el rabo, como siempre. Si Sobra ni se enteró en mi patio trasero, desde hace unos meses duerme a pata suelta quizá por sordo y ciego. La vecindad despierta hoy con ciento diecisiete asesinatos en mes y medio, entre estos el de un jovencito de apenas catorce años confundido por los sicarios, once el mismo fin de semana que el gobierno declarara, en la práctica, un estado de sitio con guardias nacionales carabina al hombro en las calles, la guardia municipal, la policía estatal, y hasta refuerzo de guardias palito en las casetas de entrada a urbanizaciones cerradas; mujeres agredidas por su pareja son la orden del día, acusaciones de maltrato físico, sexual, de niños y ancianos. La economía en el piso, modelo económico desgatado, privatizaciones a tutiplén, despidos y más despidos y siempre paga los platos rotos el pueblo trabajador. Legado deprimente de administraciones que han desgobernado nuestro país y se han turnado el poder desde 1968, Ferré, Cuchín, Romero, Rosello, Sila, Anibal, Fortuño… Pero volvamos a hoy que amaneció con una breve llovizna. Breve, muy breve. Y Lulú y Lili. Y la vecindad despertando a un día más y… Willie, que en plena fiesta lo echó en la bulera y se formó en la pava un arroz con aquello más de aquello que arroz. Pero en algo todos expresaron estar de acuerdo en la susodicha fiesta que acabó como el rosario de la aurora: “¡Hay que hablar claro!” Entonces comenzó la cantinflada y me perdonan… Los Hernández Mayoral defendieron su ela adaptado al 2012 (nueva ronda de botadas a todo lo que suene a independentista, como en el 1952), y Luis Vega, soberanía pero no soberanía, no república asociada sino todo lo contrario, lo cual sabemos durará hasta que se una al chijí chijá de su asamblea, como siempre. Proela siempre proper, acatando la voluntad del “pueblo popular”. Y hasta salió de su cuasi retiro un ex legislador popular que dijo que Willie lo hacía ahora por su condición de salud (todo sensibilidad el niño, ¡ah!), que el ppd se fundó para ganar elecciones y… con soberanía… ¿Cómo? Que ni frío ni caliente ni tibio. Otro alcalde popular casi se hizo caca encima (me excuso por la expresión, no tengo otra) y advirtió de la pérdida de la tarjeta de asistencia nutricional, las becas Pell, el WiC, fondos para reconstrucción de carreteras, salud y habló de los pilares: defensa común, común ciudadanía…moneda… guiso común, común pillería. Existen varias versiones de lo sucedido y  lo escuchado en los medios. Tengo la mía. Aunque me tomo el atrevimiento de sugerir algo a los autonomistas con estas palabras de un hombre bueno, un patriota ejemplar ya fallecido pero iluminando siempre, el profesor don Pablo M. García Rodríguez: “Los autonomistas podrían considerar en qué dirección los va llevando el actual proceso histórico y plantearse si la solución es sostenible sin el reconocimiento de la soberanía, el respeto mutuo y la equidad en la relación de los dos países cuya asociación proponen”. Y como la verdad depende de quién la diga, tendrán ustedes la suya. Yo les iba hablando del 1971… Será en la próxima.

Vídeo de fondo:
El Combo Del Ayer-El Caballo Pelotero