martes, 2 de noviembre de 2010

Al barrullo de la callejuela (O el Silencio de los Cansancios)

"Yo he visto a través. No es como la vida de los días, ajena a las pantallas, es como la vida -imprevista- de los momentos la que se revela, con la precausión de un diafragma, ya sea fotografía, verja, ventana o lágrimas en los ojos. Soy el hijo, el extraño cuyo perfil se ha simplificado entre el cristal de una sección de maternidad que separa al recién nacido de la madre y el cristal de una ventanilla de autobús. No me reconoces".      Erri De Luca


Llovía a ratos y un viento fuerte retozaba en el traspatio. La hojarasca danzaba en espiral revolcándose descaradamente; las palmeras abanicabanse mutuamente; Si Sobra, dormitaba en su casita, como si con él no fuera, y aunque me enteré por la radio que mi tocayo Tomás corría el Caribe con aires de huracán, mantuve inalterada la máxima que hace honor al nombre: el "ver para creer".  Y...

Ayer vi caras de domingo. Al parecer por causa de La Vieja Noche (http://laviejanoche.com/) . Y como este vuelo, gracias a ustedes anda de cumpleaños, y yo me he cogido el día, el epígrafe de entrada lo ha dicho por mi (que mañana será otro día y quizá escriba algo más a tono con motivos y ocasiónes). Este blog, que comenzó en novienbre de 2009, El vuelo de la garza, ha recogido en su viaje aquella infancia perdida de improviso; los años de desplazamientos; el arraigo que perdura a ese el particular griterio de mi gente de las callejuelas en el barrio y el poblado; mis largos años de militancia política; mi vocación por la narrativa, ese captar detalles, saturar de olores...  Decires y sentires...

 Adrede he vuelto por un momento a la esquina. Que al barrullo de la callejuela el rumbón exprese mi sentir.

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