sábado, 15 de mayo de 2010

Miau, maius mensis

“Adiós compay gato, cuántas veces me ha dicho el muy sinvergüenza, ¡Ay!, de mi compay. Y lo voy a matar ¿Por qué? Por decirme gato, aquí hay gato encerrado y ahora mismo en el acto te lo voy a explicar”... Mayo va de prisa, calores de infierno preceden olores de lluvia primaveral. Es noche de uno de esos días que apenas iniciado ya el ambiente se vislumbraba agitado, tenso, polémico. Los estudiantes decidieron ayer en asamblea continuar la huelga; la administración universitaria determina el cierre; la fuerza de choque de la policía mantiene sitiado el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. A estas horas monitoreo la radio: “Más de veinte muertes violentas en lo que va de semana, un martes sangriento con seis asesinatos entre los municipios de…”/ “Yo soy de la mayoría silente, estaba en Boquerón ¡coño! pero creía que los demás iban a ir. Esto es una tragedia para los que realmente queremos estudiar. No entiendo cómo 17,000 estudiantes que quieren que la universidad abra sus puertas no fueron allí a reclamar”/ “De punto en punto (protegidos por el FBI, alguaciles  federales, guardias nacionales y policías estatales) van el gobernador Luis Fortuño y el super de la policía, José Figueroa Sancha, chaleco al pecho, rolo en mano y pintura azul.”/ “¡Hijo, estoy orgulloso de ti! ¡Cuídate, mi’jo!.. [La voz se le quiebra] Mi hijo es el primer estudiante universitario en la familia y es muy responsable. Yo lo apoyo y doy mi apoyo también a todos los que están ahí con él y a los padres, familiares y amigos que están acá- dice el padre de un estudiante en huelga entrevistado frente al portón en la Avenida Barbosa.”/ “Soplan vientos de más cesantías, los directivos de la Autoridad de Edificios Públicos se reunirán hoy con representantes de la Unión Independiente y la Unión de Oficinistas” Datos fragmentados y dispersos entre otras noticias, música y anuncios comerciales, que sigo de cuadrante en cuadrante, me brindan una lectura de lo acontecido tras casi un mes de huelga universitaria. “¡Punto de orden, compañero, esto se tiene que llevar al pleno! ...Pues aquí van las razones, compañero: NO a la negativa de abrir sus libros de contabilidad; NO a la eliminación de exenciones de matrículas para atletas, artistas, actores, músicos, entre otros estudiantes de alto rendimiento académico; NO a la posibilidad de privatización en recintos universitarios; NO al despilfarro del presupuesto de la Universidad; NO a pretender coartar la participación estudiantil en los procesos decisivos.”   La historia moderna en sus luchas político-sociales ha contado entre sus actores decisivos a los movimientos estudiantiles universitarios (inclusive escolares, baste recordar La Cervantes en Bayamón, la Gabriela Mistral en Puerto Nuevo, la Pedro Albizu Campos en Levittown). "Con un equipo de detectives la familia de Ana Cacho pretende aclarar la muerte de Lorenzo / "Las Pinkin de Corozal vencen a Las Llaneras de Toa Baja“¿Y cuándo, cuándo, cuándo es?… ¡Ahora, ahora, ahora es!...  Estas rebeliones estudiantiles surgen como expresión que cuestiona determinados hechos, sistemas, abusos, el orden de cosas. La que hoy respaldamos y protagonizan los estudiantes de la UPR no es la excepción; es manifestación de autodefensa del estudiantado enfrentando los mezquinos propósitos del gobierno al quehacer al interior de la universidad del estado a través de sus directivos administrativos; burdo intento de violentar una vez más la autonomía universitaria. “El gato caza al ratón, el ratón se come el queso, el queso lo da la leche, la leche la da la vaca, la vaca tiene dos tarros… ¡Tu ves! ¡Ay!, ¡ay!, lo mato. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Por decirme… ¡Si! ¡Si! Por decirme gato…Lo voy a matar.”  La urgencia de enfrentar la cada vez más insolente toma del poder político-gubernamental por grandes intereses privados, traducido a su vez en el paulatino fortalecimiento de las fuerzas más reaccionarias en pensamiento y actitudes en lo económico, lo político y social, convocó a la acción: fijó los límites del aguante y la espera. Esto es lo que ha estado sucediendo al encenderse y avivarse los tizones en la hoguera de la rebeldía juvenil. El estudiantado en la Universidad de Puerto Rico decidió no vivir de espaldas a la realidad contribuyendo y forzando de manera eficaz y ejemplar el tan necesario enfrentamiento con el poder gubernamental… Ya no hay marcha atrás. “Y tu que te creías que la iupi no venía na, la iupi está en la calle con su último detalle y su bomba molotov… ¡Pum! ¡Ah, ah, ah, la iupi ya llegó”  Estas luchas estudiantiles tienen sus grandes precedentes: en Nicaragua los estudiantes de la Universidad Centroamericana, dirigida por los jesuitas, en la lucha sandinista se convirtieron en vanguardia de la lucha urbana en diferentes manifestaciones contra los Somoza desafiando los ataques de los esbirros de la dictadura; el Grito de Córdoba de junio de 1918; en la revolución nacional boliviana de 1952; en la caída de Pérez Jiménez; en la revolución cubana (1959- 1962); el Mayo francés de 1968; el estudiantado de este mismo recinto de la UPR contra el ROTC (1970-1971), por mencionar sólo algunas fechas. Y cuando el impacto de las acciones juveniles alcanza gran dimensión en la opinión pública las autoridades deciden negar la realidad de su fracaso y actúan con gran torpeza. Y aplican del viejo manual del FBI: el cerco, el corte de luz, agua, víveres, y el correr de rumores que logran amedrentar a muchos. 

No soy el primero en escribir y afirmar que la educación superior pública es un obstáculo para que este gobierno logre sus propósitos y por ello la quieren demoler. Ygri Rivera, José Ramón de la Torre, Ana Guadalupe: son sólo marionetas, nuevos rostros de un viejo problema que algunos pretenden mantener al margen bajo una ilusoria “pureza incontaminada de lo político”, de lo ideológico. Vano empeño, el problema sí es político. En esta tierra nuestra casi todo lo es. Y más si se piensa (lo escucho a diario en los medios cual letanía de rosario) que los únicos que contaminan son precisamente los que han estado siempre en las mismas luchas, las causas justas del pueblo, hombro a hombro con el estudiantado, los trabajadores, los desposeídos; quienes sacan la cara, quienes dan las batallas o se solidarizan con ellas, quienes tienden el brazo y brindan el abrazo amigo, se suman, se unen, se ponen a su servicio; porque son pueblo. "Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear." –cita de Ghandi un radio oyente anónimo.”  El tiempo de los pendejos se acabó;… “¡Cuando el perro es chiquito (Jau, jau, jau) le dicen perrito, pero cuando es grande le dicen perrón, cuando el chivo es chiquito le dicen cabrito pero cuando es grande le dicen…  Ay, ay, lo mato!”  …el tiempo de la respuesta llegó.

Un amigo que llegó hasta mi puerta con un volante en mano invitándome al paro general del próximo martes me ha dicho al despedirse: Pa’lante compañero, “no ha dejado de salir el sol y a pesar de tantos amaneceres el mañana sigue siendo esto”. 


Vídeo de fondo:
Compay Gato - Los Super Seven


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